Desde la primera vez que mis manos acariciaron tu pelo sentí aquella cosa llamada amor. Aquellos ojos marrones e inocentes que vi crecer quieren cerrarse. Siento las veces que te he gritado, siento todas las que me enfadé contigo, ahora ni siquiera puedo escucharte. Aquél oscuro pelo y las marcas que dejaste en mi piel ahora son solo recuerdos. Las veces que me hiciste reir con tus tonterías, las que has estado junto a mi dandome apoyo son ahora momentos del pasado que ni la fe ni nada me podrá devolver. Me dejas solo en este cruel mundo, me dejas sin alegría al llegar a casa, pero no te lo reprocho, es tu vida y me devolviste la luz a la mia andando a mi lado, día a día, levantandome cuando caía, quitandome la paciencia y dandome sonrisas. Siempre estarás ocupando todo mi corazón porque eres el que más adentro ha llegado y el que dejó una semilla de la cual la más bella de las flores salió. Ahora me toca cuidarla a mi. No te odio por irte, no te odio porque me dejes aquí solo... No puedo seguir. Guardame un sitio, Te quiero.